Señales del Fin en París 2024: Una Mirada Profética a la Ceremonia Olímpica
- Mara Verania Castro Ruelas
- Señales Apocalípticas
Índice
Introducción: ¿Un espectáculo deportivo o una advertencia profética?
Los Juegos Olímpicos de París 2024 han captado la atención del mundo, no solo por el deporte, sino por los elementos simbólicos que podrían estar hablando de algo mucho más profundo. Algunos aseguran que detrás de la estética, las luces y la música, se esconde un mensaje más oscuro y espiritual. ¿Podría una ceremonia de clausura contener señales proféticas? ¿Estamos presenciando una puesta en escena inspirada en el libro de Apocalipsis?
Este artículo explora las conexiones entre la ceremonia anunciada para París y el capítulo 9 del libro de Revelación (Apocalipsis), que describe la apertura del quinto sello, la aparición de langostas demoníacas y el juicio sobre la humanidad. ¿Coincidencia o advertencia divina?
Apocalipsis 9: El Quinto Ángel y el Abismo
El capítulo 9 de Apocalipsis inicia con una escena impactante:
“El quinto ángel tocó la shofar, y vi una estrella que cayó del cielo a la tierra. Se le dio la llave del pozo del abismo; abrió el pozo, y subió humo del pozo como el humo de un gran horno; y el sol y el aire fueron oscurecidos por el humo del pozo” (Apocalipsis 9:1-2, BKIM).
Lo que sigue es la aparición de langostas con forma de caballos preparados para la batalla, con rostros humanos, coronas y colas de escorpiones. Estas criaturas no dañan a la naturaleza, sino a los seres humanos que no tienen el sello de Yahweh en sus frentes (Ap 9:4).
París 2024: Estética oscura y simbolismo ritual
En el adelanto visual de la ceremonia, se han mostrado figuras oscuras con alas, humo negro que cubre la escena, estructuras parecidas a portales, luces rojas y un ambiente que evoca claramente una apertura de “algo” que viene de otro mundo.
Muchos espectadores han notado similitudes con la descripción de Apocalipsis 9:
- Las figuras con alas recuerdan a las langostas demoníacas.
- El humo negro que envuelve el cielo simula la apertura del abismo.
- Los movimientos coreografiados parecen invocaciones rituales.
- El tono general es sombrío, apocalíptico y antinatural.
Aunque los organizadores insisten en que todo es arte, muchos creyentes sienten un llamado a discernir los tiempos.
¿Coincidencia creativa o preparación espiritual?
Yahshúa nos advirtió:
“Estén alerta, porque no saben el día ni la hora” (Mateo 25:13, BKIM).
No se trata de caer en teorías conspirativas, sino de abrir los ojos espirituales. La Biblia nos exhorta a discernir los tiempos (Lucas 12:56) y a no ignorar las señales que Yahweh nos da. Si bien no afirmamos con certeza que los Juegos Olímpicos estén inspirados directamente en el Apocalipsis, las coincidencias visuales y temáticas son suficientes para despertar una reflexión seria.
El enemigo también se disfraza de ángel de luz
“Porque el mismo ha-satán se disfraza como ángel de luz. Así que no es gran cosa si también sus siervos se disfrazan como siervos de justicia” (2 Corintios 11:14-15, BKIM).
Lo que el mundo celebra como arte o entretenimiento puede tener un trasfondo espiritual. Este tipo de eventos a gran escala se convierten en plataformas para mensajes simbólicos que moldean la percepción espiritual de las masas.
¿Qué podemos hacer como creyentes?
- Vigilar en oración: No dejemos de orar por discernimiento.
- Profundizar en las Escrituras: Yahweh ya nos advirtió en Su Palabra.
- Compartir la verdad: Este no es el momento de callar.
- No temer, pero sí estar alerta: Porque Yahweh está con nosotros, y nada escapa de Su control.
Conclusión: ¡Levanta tu mirada, redención se acerca!
Los Juegos Olímpicos de París 2024 podrían ser solo un espectáculo… o podrían ser un eco visual de advertencias eternas. Nuestra tarea no es vivir con miedo, sino con sabiduría y discernimiento espiritual. Yahshúa viene pronto, y cada señal debe llevarnos a una mayor santidad, esperanza y preparación.
“Y les dije: ‘Estén atentos y vigilen, porque la venida del Hijo del Hombre será como un relámpago que sale del oriente y resplandece hasta el occidente'” (Mateo 24:27, BKIM).
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